Artículo 3. Vida laboral.

Otro día más… Ni hablar, hay que ir a trabajar.

La insatisfacción laboral es pan de cada día en nuestra sociedad, sin embargo qué es lo que hacemos para enfrentarla, proponemos poner manos a la obra.
Cargas arduas de trabajo, ambiente estresante, jornadas largas, presiones económicas, te han generado la sensación de estar atrapado y con ganas de salir corriendo. Una gran mayoría de las personas indican sentirse insatisfechas en su trabajo. Existen causas que están asociadas a la insatisfacción laboral tales como sueldo poco atractivo, actividades rutinarias, un ambiente laboral hostil, compañeros desagradables y jefes poco humanos, esto según la OIT Organización Internacional del trabajo.
Las empresas suelen minimizar este aspecto con lo cual se ven enfrentados a problemas ya que un trabajador descontento con su trabajo representa un riesgo, pues la poca motivación genera menor esfuerzo por lo que el ausentismo, mayor rotación, menor productividad se hacen presentes. Sin embargo las empresas no son las únicas en desatender la insatisfacción laboral si no que también suele ser un aspecto poco atendido por los empleados que la sufren. Si nos esperamos a que se decida hacer algo al respecto podemos pasar gran parte de nuestra vida amargándonos al no contar con el “trabajo perfecto”.
Hablar de insatisfacción laboral puede resultar complicado ya que existen aspectos profundos correlacionados a esta situación como factores históricos, sociales, políticos y económicos, sin embargo no es intención de esta publicación el realizar un análisis exhaustivo sino más bien el abordar dicho tema desde la actitud que sostiene el empleado/trabajador, la cual puede hacer una gran diferencia e impactar en el grado de satisfacción personal. Deseamos reflexionar sobre este punto y alentar posibilidades.
La actitud con la que nos enfrentamos a nuestro trabajo pudiera generar un cambio en la percepción hacia el mismo, lo que generaría una sensación diferente al enfrentarnos a nuestras actividades laborales. Piensa en alguna persona que conozcas que proyecta sentirse a gusto con su empleo o actividad, que notas de diferente en esta persona ante otras que llegan con caras largas, hablando mal, quejándose interminablemente, cierto mucho tiene que ver con la actitud. Conozco a una persona cercana es profesor de tenis trabaja para universidades principalmente, su trabajo es extenuante, también como a todos le exigen resultados, a veces su trabajo no resulta valorado, sin embargo suele mantener una sonrisa en su rostro y con una actitud optimista y positivo. Esto que comento no lleva la intención de decir él si puede ¿tú no?, si no más bien de ejemplificar como la actitud hace la diferencia.
Destacar los elementos positivos en ti a la hora de ejercer tu trabajo, verlos como oportunidad de explotar tus cualidades te dotará de energía, un mayor grado de creatividad y posibilidades de experimentar nuevos retos. Por ello el autoconocimiento y autovaloración resultan elementos esenciales a la hora de ejercer tu labor. Esto que se expone va ligado a la idea de tomar el control, es el responsabilizarnos a nosotros mismos de los sentimientos generados al enfrentar la vida laboral, si culpo a los demás de mi situación con frases como “mi trabajo me hace insatisfecho”, “mi jefe me hace rabiar”, nos estaremos desresponsabilizando de nosotros mismos, es cerrar tus posibilidad, es ceder el poder de elegir como quieres estar. La primera vez que me hablaron de este tema me costo trabajo comprenderlo, sin embargo al comenzar a aplicarlo me di cuenta de lo mucho que he perdido a causa de ceder a otros el control al decir “me haces enojar” esto me deja sin armas, en cambio al decir “soy yo quien se enoja” tomo el control y yo decido.
D. Goleman en su libro “Inteligencia emocional” nos plantea que los seres humanos podemos elegir como sentirnos ante la vida, ante nuestra familia, nuestro trabajo, por supuesto ello implica un esfuerzo extra y el no hacerlo tiene constes para nuestra vida emocional, tal vez estaremos en una zona de cierto “confort “pero con grandes limites y sensaciones negativas, claro está, no siempre podremos mantener una actitud de optimismo sin embargo tampoco podemos permitirnos pasar la vida en las mismas circunstancias de desánimo e insatisfacción. Así que es decisión personal elegir realizar lo que este en nuestras manos para mantener una actitud que nos produzca sensaciones positivas (que por cierto si es esta tu decisión toma en cuenta que las cosas no suceden de un día a otro pues todo cambio comportamental, conlleva un proceso) o desalentarte a ti mismo con quejas, estancamientos y límites.

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